sábado, 2 de abril de 2016

VERANO PARA LOS NIÑOS

Las vacaciones no son para aprender, sino para no olvidar. Esta es la frase que digo a los padres de mi tutoría el día de la entrega de notas de final de curso, cuando sus hijos empiezan las vacaciones de verano. Se trata de una cita que gusta mucho a los padres porque creo que incluye un objetivo muy claro de cómo deberían enfocar el estudio de sus hijos durante el verano. Soy consciente de que las recomendaciones de este artículo no servirán o no gustarán a todos, pero son consejos basados en mi experiencia docente y en multitud de entrevistas con las familias.
Estudiar
Imagen extraída de Shutterstock

10 Consejos sobre cómo estudiar durante el período de vacaciones.

1. Planificación horaria. Para mí es la clave para que tus hijos puedan aprovechar las tareas durante el verano. Sin una planificación horaria es muy difícil que se aproveche el tiempo de estudio. Padres e hijos deben pactar conjuntamente cuál será el horario de trabajo durante las vacaciones. Repito. Debe ser un pacto entre padres e hijos, donde cada uno de estos debe asumir su responsabilidad. En este caso recomendaría que se imprimiera el calendario pactado y estuviera expuesto en un lugar visible.
2. Tiempo de estudio. En este caso siempre recomiendo a las familias que las actividades que realizan sus hijos durante el verano sean durante las primeras horas de la mañana, después del desayuno. Es el momento del día en el que están mas frescos, más descansados y el calor es menos intenso. El hecho de realizar las tareas de verano durante las primeras horas de la mañana también sirve para que tus hijos, una vez acabadas las tareas, tengan la sensación de que les queda todo el día por delante. Es importante hacerles ver que la recompensa del estudio al principio de la mañana se transforma en libertad durante el resto del día.
3. Días de estudio. El verano sirve para recordar pero, por supuesto, también sirve para descansar y desconectar del curso escolar. De ahí que te recomiende que los días de estudio se concentren de lunes a jueves e insistiendo siempre en que el horario sea de mañana. Con esta decisión se juega también con el hecho de que tus hijos tendrán nuevamente la sensación de que tienen un fin de semana muy largo por delante. Estos tres días de descanso favorecerán que cuando se vuelvan a reincorporar el lunes a sus tareas, las afronten de otra manera, ya que habrán sido capaces de desconectar.
4. Horas de estudio. Se hace difícil decir cuántas horas de estudio deben realizar tus hijos durante el verano. Sin duda hay que estudiar cada caso y también dependerá de si simplemente hay que repasar algunos contenidos o deben prepararse para algún examen de recuperación. Pero independientemente del perfil que se tenga, lo que recomiendo a las familias es que no conviertan el estudio durante el verano en un castigo, sino en una oportunidad. Hay que hacerles ver tus a hijos que el verano es una magnífica ocasión para afianzar aquellos contenidos que no se han asimilado totalmente durante el curso ordinario. En todo caso, en niños y adolescentes mi consejo es que no se superen los 90 minutos de estudio, y con un breve descanso de unos diez minutos, por ejemplo. Siempre he sido partidario de apostar por la calidad en lugar de la cantidad.
5. Lugar de estudio. En función de si tu hijo debe recuperar o no alguna asignatura durante el verano, suelo recomendar que las tareas de verano se realicen en dos espacios distintos, siempre que sea posible:
  • Espacio común (p.e. comedor, cocina). En este espacio recomiendo que se lleven a cabo tareas o actividades más mecánicas o procedimentales como cuadernos de verano, cuadernos de recuperación, lectura de libros, etc. Al ser un espacio común, tus hijos pueden contar con tu ayuda en el caso de que tengan alguna duda. También, es importante evitar la rigidez que implica el estudio durante el curso escolar.
  • Espacio privado (p.e. dormitorio). Este espacio sólo lo recomendaría en el caso de que tus hijos deban preparar algún examen de recuperación. En este sentido es fundamental que estén libres de distracciones y puedan concentrarse en el estudio, la comprensión, la memorización, la revisión de contenidos etc.
6. Clases de repaso. No entraré a valorar la conveniencia o no de las clases de repaso durante el verano. Se trata de una opción personal de cada familia. Pero sí creo que hay algo que debes tener muy en cuenta a la hora de contar con un profesor de repaso para tus hijos. Para sacar el máximo rendimiento a una clase con un profesor de apoyo, es fundamental que en esas clases tus hijos no elaboren los cuadernos de verano o los cuadernos de recuperación. Estas actividades deben hacerse en casa y de forma individual con el material de que disponen tus hijos. Las clases de repaso deben servir para aclarar las dudas que tus hijos no han sabido solucionar por sí mismos de forma individual. En ese momento sí que es tremendamente útil un profesor de apoyo. He dado clases de repaso durante más de 18 años y creo que es la mejor manera de que se aproveche la inversión que un profesor de repaso supone para ti.
7. Recuperación de asignaturas pendientes. En el caso de que tu hijo tenga que recuperar alguna asignatura durante el verano es importante que divida el verano en dos partes muy diferenciadas:
  • Primera parte del verano (p.e. julio). Durante esta primera parte del verano recomiendo a las familias que se realicen los cuadernos de recuperación de las asignaturas. Y se lo recomiendo porque se trata de un tipo de actividad mucho más mecánica y más fácil de llevar a cabo que el estudio para un examen de recuperación. Durante esta primera parte el alumno va cogiendo un ritmo de trabajo constante y una rutina. También es un momento perfecto para ir realizando esquemas, resúmenes, glosarios de conceptos, etc.
  • Segunda parte del verano (p.e. agosto). La segunda parte del verano debe estar destinada a la preparación del examen. Tus hijos ya llevarán unas semanas con una rutina de trabajo y no les será tan difícil afrontar la preparación de dicho examen de recuperación. En el caso de que deban leer alguna lectura obligatoria, también recomiendo que se deje para las últimas semanas, ya que así tus hijos tendrán más reciente el contenido de dicho libro.

A modo de conclusión. Estudiar para no olvidar.

Hay que convertir el verano en una oportunidad. Hay que convertir el verano en un momento para que tus hijos consoliden los contenidos del curso escolar. ¿Por qué? Pues para que puedan afrontar con las mayores garantías el próximo curso académico. De lo que se trata es de que, aunque realicen tareas durante todo el verano, tengan la sensación al finalizar el verano de que han tenido tiempo para ellos, que han podido descansar, que han podido disfrutar plenamente de un verano que no volverá

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