lunes, 16 de febrero de 2015

ADOPTAMOS. Y LUEGO???

La adopción es una forma de ser padres cada vez más común y presente en nuestra sociedad, pero aún suscita dudas y preguntas. Para contestar a algunas de ellas, hablamos con Jaime Ledesma, psicopedagogo y mediador de MADOP, un servicio de mediación,postadopción y psicopedagogía en diferentes áreas alrededor de la adopción y la búsqueda de orígenes.
España ha sido el primer país del mundo en porcentaje de adopciones internacionales
¿Qué hago si quiero adoptar un niño? Esta seguro que es una de las primeras preguntas que se hacen muchos de los padres que se plantean tener un hijo adoptado. Además de los trámites administrativos a realizar en tu Comunidad Autónoma, donde tendrás que pasar un curso de formación que te dará la idoneidad, lo más importante, según Jaime Ledesma "es estar realmente convencido de que quieres ser padre, y valorar por qué lo estás siendo; tanto en la pareja, si es una adopción en pareja, como solo, si es una adopción monoparental".
A la hora de preparar la llegada de este hijo, tenemos que saber que hemos de afrontarlo "con mucha paciencia y sabiendo rellenar huecos, gestionando el tiempo libre". La llegada de nuestro hijo puede tardar años, por lo que, tal y como nos aconseja este experto, "una opción muy buena son los grupos de pre-adopción para padres que suelen hacer las ECAIs (Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional), ayudan mucho a que los padres calmen un poco su ansiedad".

La llegada del niño

Una vez llega nuestro hijo, comienza lo más difícil: su educación. Además de todas las cuestiones habituales que puede plantearse cualquier padre, el de un niño adoptado ha de afrontar muchas preguntas y el hecho de que su hijo viene de otra familia biológica, con las consecuencias que eso supone. En muchos casos, los niños que se adoptan, llegan a su nueva familia a una edad muy temprana, por lo que pensamos que no tienen conocimiento sobre su pasado. Según Jaime Ledesma, "siempre hay una pequeña memoria implícita, que hace que sí se tenga cierto recuerdo. Recuerdos que a lo mejor no saben identificar como adulto, pero sí en cuanto a sensaciones y emociones. Todo niño adoptado ha sufrido como mínimo una ruptura. Para empezar, con su madre biológica, pero a lo mejor también con varios cuidadores hasta que ha llegado a su familia".
Más que plantearse cómo responder a sus preguntas, debemos adelantarnos a ellas
A medida que el niño vaya creciendo, lo mejor en estos casos es, más que plantearse cómo responder a sus preguntas, adelantarnos a ellas. "Nosotros pensamos firmemente que lo mejor es que una persona adoptada, a la pregunta de '¿cuándo te dijeron que eras adoptado?' te responda 'no lo sé'; que no tenga recuerdo de una fecha concreta, que siempre lo hayan hablado. Muchos padres piensan que los niños son muy pequeños para hablarlo, pero es más el miedo del adulto a hablar del tema. No quiere decir que les contemos los datos dramáticos ni los más complicados, pero sí hablarle de su adopción o del orfanato de una manera natural, que lo conozca y lo sepa.

Vinculación afectiva

Casi todos los niños adoptados, debido a sus circunstancias, presentan problemas de vinculación afectiva temprana que muchos padres no saben cómo subsanar. Que se quede en casa con su familia el mayor tiempo posible hará que establezca un mejor vínculo con la familia y minimizará las carencias de ese tipo.
Es muy importante no llevarles al colegio nada más llegar
Según Ledesma, "lo principal en la primera fase de la adopción es crear un buen vínculo con el niño. Puede parecer una tontería, pero es muy importante no llevarles al colegio nada más llegar. La mayoría de los padres, por querer normalizar la situación quieren llevarles a la guardería o al cole cuanto antes para que se sociabilice; pero nosotros siempre recomendamos que, como mínimo, el tiempo de la baja maternal/ paternal el niño también se quede en casa. Durante estos meses estás atendiéndole y luego, si hay oportunidad, dependiendo de la flexibilidad y el conocimiento del colegio, recomendamos una adaptación progresiva. Algo que me parece muy importante es, antes de que empiece a ir al colegio, que los padres se acerquen con el niño a la salida para que lo conozca, porque así ve a otros niños que salen del cole a quienes sus padres van a recoger y van comprendiendo que el día que vayan ellos al colegio, tendrán siempre al final del día a sus padres".
Si la vinculación con la familia no está bien establecida, una vez comenzado el colegio, el niño no podrá centrarse en lo que está haciendo. "Estará pensando todo el rato en lo que ocurre fuera y en si mis papás vendrán a buscarme. Muchas veces reviven el haber estado viviendo en una institución y piensan que se pueden quedar ahí como en un orfanato".

Integración

¿Puede encontrarse con problemas de integración? "Depende mucho de cada caso. Suelen ser problemas más académicos, que a veces derivan en problemas de integración", explica el psicopedagogo. Los problemas de conducta y de desconcentración son comunes en este tipo de casos, al tratarse de niños que no han sido enseñados a estar muchas horas sentados y atender, además de los muchos estímulos nuevos que le llegan de todas partes. "El problema es que ahí se dice que el niño es hiperactivo, que no se concentra, que tiene déficit de atención... y eso no es un trastorno de déficit de atención, es simplemente que como todo es nuevo y ya lleva un retraso respecto a sus compañeros, se acaba frustrando y tira la toalla".
Para evitar o hacer más leves estos problemas, es básico preparar al colegio antes de que llegue el niño. A la hora de elegir colegio, lo mejor suelen ser colegios pequeños, familiares, donde se sienta acogido, y que sean abiertos de mente. "Hay muchos profesores y colegios a los que desde MADOP hemos ofrecido formación para darles a entender en qué consiste nuestro trabajo y piensan que no se necesitan tantas horas ni formación para hablar de adopción. Y muchas veces, cuando hacen el curso de 16 horas, reconocen quehay muchas cosas que tratar dentro de la adopción", nos cuenta Jaime Ledesma.

SUPER IMPORTANTE y SUPER OLVIDADO

Del 21 al 24 de mayo se va a celebrar en Zaragoza el 2º Congreso de Inteligencia Emocional y Bienestar. A lo largo de este Congreso se van a dar cita un buen número de expertos sobre la Inteligencia Emocional y se van a presentar varias conferencias y comunicaciones de las últimas investigaciones y experiencias sobre el tema. Buena parte de estas autoridades coinciden en destacar que la educación socioemocional van a constituir la verdadera revolución educativa en los próximos años.
Es urgente poner en marcha un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado no sólo en lo cognitivo, sino también en la emocional y social.
¿Cuántas veces ha ocurrido que nos hemos encontrado con algún alumno triste, desmotivado que fracasa en sus estudios y sin embargo tiene muy buena capacidad? Cuando recordamos a los profesores que nos han dejado más huella ¿son los que poseían más cualidades científicas o eran aquellos que mostraban más afabilidad, más simpatía o aquellos que nos animaban en los momentos oportunos? El profesorado, en general, no está preparado en las competencias emocionales. Hasta que no se incorpore en la formación inicial y continua de forma sistemática, con la calidad y duración suficiente, por el momento queda en manos del voluntarismo de unos pocos que se animan a ponerla en práctica. Pero es que además todavía no hay especialistas universitarios formados, ni siquiera existe una sensibilización sobre la importancia de lo que estamos hablando.
 Estos son dos ejemplos de la importancia de la educación socioemocional, tanto en la escuela como en la esfera familiar, de la salud o en el ámbito profesional.
Personas de reconocido prestigio como Eduardo Punset, se preguntan del por qué no se ha incorporado la inteligencia socioemocional en los currículums de todas las etapas. Según este experto, diferentes estudios han demostrado que la Inteligencia Emocional previene riesgos como la violencia o consumo de drogas y alcohol en los niños y adolescentes. También incide en su crecimiento positivo y bienestar personal y social, haciendo que sean menos vulnerables.
Los profesionales de la educación encontramos con frecuencia que el origen de los problemas de aprendizaje hay que buscarlos en situaciones emocionales no resueltas.  Por ejemplo, ¿cómo puede un muchacho estar atento a las explicaciones de un profesor cuando sus padres están en un proceso de separación y durante la noche anterior han tenido una fuerte discusión?
Los profesores deberían tener una sólida formación en inteligencia emocional y, lo que es más importante, deberían poseer habilidades sociales y competencias emocionales. El perfil del profesor que se necesita en estos momentos es más el de conductor de la clase, el de la persona que sabe extraer lo mejor de cada alumno, que sabe motivar, que favorece una buena interrelación entre todos los alumnos. Los conocimientos se pueden encontrar en numerosos lugares pero favorecer determinadas actitudes sólo lo pueden hacer este tipo de personas. Esto mismo es extrapolable al profesorado de formación profesional o estudios superiores.

lunes, 9 de febrero de 2015

SUPERDOTADOS O HIPERACTIVOS????

Se puede confundir hiperactividad con una personalidad superdotada?
Los dos tienen una gran rapidez en el cerebro. Los hiperactivos van muy rápidos y, si nadie les interrumpe, funcionan. Pero, si se distraen pierden todas sus ideas. En cambio, los superdotados tienen un inmenso mapa donde se pueden apoyar y asociar sus ideas. No es la misma potencia a nivel intelectual. Para saber si una persona es superdotada, no basta con determinar su cociente intelectual (CI). Es como la fiebre en una enfermedad, que no te dice lo que tienes. Lo importante es saber cómo funcionamos, cuáles son los mecanismos que se activaron para producir ese CI, explorar la inteligencia pero también el mundo psicológico y emocional, para poder imbricar ambos aspectos. Se empieza a hablar de superdotados con un CI igual o superior a 130, pero esa cifra no significa nada. Una persona puede dar en un test de inteligencia un nivel más bajo porque sea muy ansiosa, inhibida o depresiva, y aun así ser superdotada. También es posible tener un CI elevado, de 140 por ejemplo, y estar en un modo patológico, como puede ser el caso de algunos autistas, que tienen una inteligencia muy particular. Es un índice que orienta el diagnóstico.

LA PERSONALIDAD del SUPERDOTADO

Trabajando con superdotados adultos hay una característica que se repite sistemáticamente en los tests de personalidad: la altísima sensibilidad. Si los valores medios están entre 4 y 6, en un noventa por ciento de los casos los superdotados con los que trabajamos están en 9 o más sobre 10. La altísima sensibilidad se corresponde con una persona que:
Tiende a basar sus juicios en gustos personales y valores estéticos
Se apoya en la empatía y en la sensibilidad a la hora de hacer sus consideraciones
Suele ser más refinada en sus intereses y gustos.
Se apoya tanto en los aspectos subjetivos de las situaciones que puede pasar por alto los aspectos más funcionales
Aprecia más la belleza de un poema que una excelente estrategia deportiva.
En la calle se detendría más ante un artista pintando ante un edificio en construcción. -
Prefiere las buenas novelas u obras de teatro .
Según Catell las personas con alta sensibilidad serían pedigüeños, impacientes, dependientes, inmaduros, cariñosos, gentiles, estéticos, introspectivos, imaginativos, deseosos de atención, frívolos e hipocondríacos.
Y, muy importante, inusualmente sensibles en sus reacciones a las críticas.
Esta característica personal puede tener su origen además de en las mejores capacidades estéticas que pueden ir unidas a la inteligencia, pero también al hecho de haberse sentido diferentes siempre de su entorno, y en la baja autoestima que también es habitual durante la infancia y la adolescencia.
En cualquier caso la alta sensibilidad es una característica asociada al género femenino, por ello los jóvenes y adolescentes superdotados pueden esconderla debajo de una concha como las tortugas, en silencio y pasando desapercibidos, o bien debajo de una buena colección de pinchos como los puercoespines para que nadie se les acerque que les pueda hacer daño. La primera estrategia tiene mucho que ver con los estilos de comunicación y de comportamiento pasivos y la segunda con los estilos más agresivos.
Lo sano es dejar salir esa sensibilidad que se tiene a flor de piel, aceptarla y fortalecerse emocionalmente para poder enfrentarse a la vida sin conchas que nos protegen pero también nos limitan como personas y alejan a los demás de nosotros. Y si no sabemos hacerlo solos, busquemos ayuda profesional.

CENTRO PEDAGÓGICO, EVA MARIA YEBRA SOTO
Tlf, 94 4413662

SUPERDOTADO No es cualquiera con COCiENTE INTELECTUAL ALTO

Una cosa es tener un cociente intelectual superior a la media, y otra es ser SUPERDOTADO, para lo cual es preciso que se den otros factores añadidos, de la personalidad.



SUPERDOTADOS

Necesidades sociales y emocionales de los niños superdotados

En muchos sentidos, los niños superdotados tienen las mismas necesidades sociales y emocionales de los niños que tienen otros, pero sus necesidades se ve aumentado por las características que los hacen superdotados. Si no somos capaces de entender sus necesidades, si sus necesidades no son satisfechas, los niños superdotados pueden estar en riesgo de fracaso escolar, aislamiento social y depresión.

COCIENTE INTELECTUAL LIMITE

Que es la inteligencia limite?

Una persona con Inteligencia Límite sitúa su coeficiente intelectual entre 70 y 85, es decir, justo por debajo de lo que se considera normal, según la OMS, pero por encima de aquello que se diagnostica como Retraso Mental. No obstante, estas personas no tienen un retraso mental pero tampoco disponen de unas habilidades cognitivas y personales para enfrentarse a las exigencias del entorno como cualquier otra persona, siendo necesarios soportes adecuados y específicos a sus necesidades.

Por tanto, el concepto de persona con Inteligencia Límite ha de basarse en dos datos que se complementan:
Un coeficiente intelectual de entre 70 y 85 puntos.
Una serie de carencias importantes de las habilidades necesarias para adaptarse a su entorno.

El diagnóstico diferencial entre la capacidad intelectual límite y el retraso mental leve, es especialmente difícil cuando coexisten otros trastornos mentales –por ejemplo, esquizofrenia- coexistencia que se da con una prevalencia mayor en este colectivo que en la población general. Como trastornos asociados  que hay que destacar, por su gran incidencia, son los llamados trastornos de conducta. Esta asociación es fácilmente explicada con factores psicológicos, si tenemos en cuenta que la baja inteligencia conduce a peores mecanismos de afrontamiento, a limitar el repertorio de funciones mentales de la persona, a una vulnerabilidad del estrés, a una baja autoestima y a dificultades de comunicación. Suelen darse, además, otros trastornos añadidos, como déficits visuales y auditivos o trastornos del lenguaje, afectando aún más su disminuida capacidad adaptativa.

No obstante, los problemas de las personas con Inteligencia Límite generalmente aparecen o se detectan en sus años de escolarización. A veces, incluso pueden surgir de una escolarización inadecuada que no tiene en cuenta sus posibilidades reales y sus peculiaridades. En el colegio suelen presentar problemas concretos, son lentos en el aprendizaje, tienen dificultades en la adquisición de competencias y técnicas instrumentales básicas, son niños con fracaso escolar, con frecuencia repiten uno o dos cursos en las etapas de escolaridad obligatoria, pueden presentar conductas de hiperactividad o hipoactividad que limitan sus capacidades de atención y concentración y retrasan su aprendizaje, tienen dificultades en las relaciones con el grupo de iguales pudiendo llegar a situaciones de aislamiento. A ello se une el bajo nivel de motivación que, en gran parte de los casos, es consecuencia de un historial de fracasos escolares repetidos que conlleva a un abandono de estudios prematuro y a la búsqueda excesivamente temprana de un empleo.

Los padres deberán ser cautos , informarse sobre lo que supone un cociente límite, con los handicaps que ésto supone,etc

De no hacerlo así, pueden llegar a esperar lo que su hijo no es capaz de dar,achacándole falta de esfuerzo,etc

Y lo que es peor, agravando su baja autoestima, y deteriorando la relación personal y familiar.

CUIDADO, no llevemos a alguien con personalidad límite a situaciones límite.

miércoles, 4 de febrero de 2015

FELICIDADES!!

Me siento feliz cuando veo felices a los niños y a los padres por los resultados y las mejorías en todo lo que querían superarse.

Y ,como no, cuando un adulto al que le parecían todo pegas,para  poder obtener su titulo de la ESO..estar A pUnTO de conseguirlo.

Un cociente intelectual bajo,una discapacidad, una enfermedad...NO LIMITS!!!

Esfuerzo, trabajo,y lucha...SIEMPRE dan su recompensa.

Y no olvidemos que lo importante no es QUÉ ,sino COMO.
Si cada uno recibe  los contenidos COMO necesita, LO CONSEGUIRÁ.


622373662

Dejad vuestro mensaje en el contestador, y OS llamaré.
Gracias!!!!

DISLEXIA

Niños con dislexia: un cerebro que se activa de forma distinta

La dislexia es un trastorno que afecta a laadquisición y aprendizaje de la lectura y la escritura que, según las estadísticas podría afectar en torno a un 5 a 17% de la población.

Entre las dificultades más importantes que se presentan en el trastorno está un déficit en la capacidad para analizar la información fonológica y así poder manejar las correspondencias entre fonemas (sonidos) y grafemas (letras escritas), lo que dificulta la lectura y el poder extraer el significado de los materiales escritos. En otros estudios se ha planteado que capacidades como la memoria de trabajo también son importantes para leer bien.

Un reciente trabajo realizado por diversos investigadores noruegos y publicado en Frontiers in Psychology (2014), ha utilizado resonancia magnética funcional para averiguar cómo funciona el cerebro de niños con dislexia de entre 11 y 12 años cuando se les expone a tareas de lectura que exigen una cantidad creciente de recursos de procesamiento.

Todos los niños participantes (11 con dislexia y 18 controles sin el trastorno) completaron una batería de test de dislexia que incluía tareas de lectura de no palabras, lectura de palabras reales, lectura de textos y deletreo, además de pruebas de comprensión lectora. Además, a todos ellos se les realizó una resonancia magnética funcional mientras realizaban varias tareas de distinto nivel de exigencia, como el procesamiento alfabético, el procesamiento ortográfico y el procesamiento de oraciones, que se supone que consumen una cantidad creciente de recursos de procesamiento.

El grupo de niños con dislexia mostró una activación cerebral general mayor que el grupo de niños sanos al realizar ejercicios de lectura y esa diferencia se incrementaba cuando aumentaban las demandas de la tarea. No obstante, no se observaron diferencias en la precisión. Más concretamente, algunas de las áreas en las que se observó esa mayor actividad fueron el giro frontal superior derecho, el área motora pre-suplementaria izquierda, el núcleo caudado izquierdo o la corteza cingulada media izquierda, aunque parece que habría cierta diferenciación de áreas según los tipos de tarea (procesamiento alfabético, ortográfico y de oraciones). Según los autores, este perfil de hiperactivación cerebral podría ser resultado de una actividad compensatoria para las dificultades de lectura.


Está claro que no a todo el mundo le resulta sencillo el aprendizaje de la lectura, pero desde luego sí sabemos que leer es una habilidad importante para el rendimiento escolar. Por ello parece muy recomendable motivar a los niños a leer y sobre todo, a disfrutar leyendo. Quizá conocer estudios como el anterior permita crear programas de apoyo a la lectura mucho más específicos y ajustados que ayuden a todos esos niños y niñas con dificultades.

DEBERES, DEMASIADOS??

¿Los freímos a deberes?

Cuatro escolares de Primaria de diferentes colegios de Murcia hacen sus tareas escolares por la tarde.
Cuatro escolares de Primaria de diferentes colegios de Murcia hacen sus tareas escolares por la tarde. / Nacho García
  • Los escolares españoles les dedican 6,5 horas semanales, 1,6 más que la media de la OCDE. El debate divide a los padres: para algunos, no son suficientes; otros abogan por la mesura y una mejor coordinación

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La mochila que arrastran los escolares al salir del cole a las dos de la tarde se instala en el hogar palpitando las obligaciones que atender a lo largo de la tarde. Pocas, para algunos padres; excesivas, para otros. Y al margen de opiniones y encendidos debates, bastantes más que la media de los 38 países de la OCDE, según revela un estudio realizado a partir de los datos del Informe PISA. Los niños españoles, destaca la comparativa, dedican 1,6 horas semanales más de media que sus compañeros a completar sus tareas; son los quintos con más horas de deberes: 6,5 a la semana frente a la media de 4,9 horas. Un sobreesfuerzo que no parece recompensado: el informe de PISA destaca que los países que mandan menos deberes tienen los mejores resultados. Curiosamente son los exitosos escolares finlandeses -los primeros en rendimiento en todas las áreas- quienes menos tiempo dedican a las tareas en el hogar, poco más de dos horas a la semana. El estudio subraya además que el tiempo adicional invertido en las tareas tiene «un impacto insignificante en el rendimiento».
Escasos o excesivos, los deberes condicionan la vida de miles de escolares murcianos, y enfrentan en el debate a las dos principales asociaciones de padres. Para Concapa, «dos horas al día de tareas está bien. Es una de las pocas ocasiones que tienen los padres de compartir la vida escolar de sus hijos», opina el presidente de la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa), Víctor Escavi. Para la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA), Francisca López, los deberes son convenientes para los escolares, pero con muchas condiciones. La primera, que dejen tiempo suficiente a los niños para el ocio y el deporte, «para jugar y aburrirse», básicos en su desarrollo. Y la más importante: deben ser tareas que el escolar pueda resolver solo. De lo contrario, como también advierte el informe de PISA, pueden agrandar la brecha de las desigualdades entre escolares. «Si el niño no dispone de un lugar tranquilo y adecuado en casa para hacer los deberes y sus padres no pueden ayudarle porque no tienen formación ni pueden contratar a un profesor particular, obviamente está en desventaja», justifica.
Reforzar lo aprendido en clase, y no hacer de los deberes una prolongación del aula, debe ser, a juicio de los expertos, la función real de las tareas. La clave, opina la profesora de Psicología de la Educación de la Universidad de Murcia Fuensanta Cerezo, está en mesurar la tarea. «Un tiempo de refuerzo está bien, sobre todo en escolares que tienen un ritmo más lento de aprendizaje. Pero si nos pasamos, corremos el riesgo de organizar para los niños jornadas más largas y estresantes, de crear pequeños monstruitos». Para Cerezo, tan importante como fijar lo aprendido en la escuela en casa, es para los niños «jugar e incluso aburrirse de no hacer nada. Es básico para su desarrollo personal», insiste.
Dos décadas ejerciendo como maestro y otras dos como pedagogo y profesor de Planificación de la Acción Educativa en la Facultad de Educación de la UMU dan a Manuel Nicolás una doble visión ecuánime. En su día peleó para erradicar los deberes fuera del horario escolar, pero hoy admite que no se sumaría de nuevo a esa causa. A su juicio, es muy positivo para los escolares percibir que «el estudio y el saber no es un acontecimiento que solo se produce en el colegio. Un tiempo dedicado al estudio fuera del aula está bien, pero progresivo: poco en los primeros cursos de Primaria, algo más a partir de cuarto, pero nunca más de una hora; la clave es que no impida al niño disfrutar de su ocio».
La coordinación entre los diferentes maestros que dan clase a los niños es clave para las familias, que reclaman mejor planificación. Mariola Sanz, directora del colegio público de El Esparragal y presidenta de la asociación de directores, defiende que los centros se esfuerzan a diario para que así sea. «Realizamos paneles con los exámenes y trabajos por asignatura para evitar sobrecargar a los escolares. De todos modos, es necesario que dediquen a los deberes entre una y dos horas diarias».
Desterrar el tedio de la mesa de estudio es también básico para el pedagogo Nicolás, para quien es fundamental que el tipo de deberes que los escolares lleven a casa fomenten la creatividad, la investigación, el trabajo en grupo... «Se trata de que el alumno se apropie en ese tiempo del contenido que debe haber aprendido en clase. La habitación del escolar no puede ser una extensión del aula», reivindica. Ni su agenda, reclama la psicóloga Cerezo, la de un alto ejecutivo. «Hay niños que tienen el tiempo ocupado desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche, y eso no es sano», alerta.