domingo, 3 de enero de 2016

CUENTOS / CONTAD CUENTOS a los niños

Cuentos infantiles para niños y la importancia para su desarrollo

Cuentos infantiles para niños y la importancia para su desarrollo
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A través de los cuentos, se fomenta el vínculo entre padres e hijos, se desarrollan los sentidos del niño y suimaginación, se enriquece su lenguaje, se incrementa su inteligencia… en definitiva, le ayudan a forjar su identidad

La mente del ser humano es lingüística, necesita la palabra para sentir los primeros rayos de vida. Los primeros sonidos salen de su madre, le arrulla con nanas, mimos y abrazos sonoros. No importa lo que le digamos al principio, importa el cómo se lo digamos.
Los padres al contar cuentos crean ese vínculo de afecto y seguridad que necesita para crecer seguro y fuerte en la sociedad que le va a tocar vivir.
Al escuchar cuentos la mente del niño va descubriendo sus sentidos: el oído para escuchar las palabras; el gusto para poder saborear la manzana prohibida; con la vista podemos ver más allá de nosotros; el tacto nos acerca lo contado y podemos sentir todo lo que nuestra imaginación despierte y el olfato que nos asegura que mamá huele igual que el hada madrina.
Contando cuentos a los niños preparamos la estructura mental y espiritual que trae al mundo. El lenguaje se enriquece, la imaginación se desarrolla, podríamos decir que le ayudamos a forjar su identidad.

Beneficios de la lectura
Por mi trabajo y experiencia como madre aconsejo que cuanto antes conozca un niño las palabras, mejor aprenderá lo siguiente. Aunque sabemos que leer no es innato en el niño, el aprendizaje debería realizarse sin prisas pero sin pausas.
El cerebro está vivo y crece con su uso. Leer incrementa la inteligencia y hace que la mente trabaje más rápido y retrase la futura demencia senil.
No hay que olvidar que un ser humano aprende jugando, y leer no le costará igual a un niño que a otro.
El niño con la lectura irá descubriendo su espíritu creativo. “Aprender a leer ampliaría las habilidades de representación mental, se amplia el conocimiento del mundo y la capacidad de reflexionar sobre éste” (M. Clemente Linuesa).

¿Cómo animar a los niños a leer?
- Lo primero que se debería hacer es hablarles desde antes de nacer.
- Cuando le tengamos con nosotros le enseñaremos que en la casa existe un lugar donde mamá o papá tienen un rato para leer. Podemos poner una silla pequeña y uno de sus libros, eso hará que el niño adopte nuestra costumbre.
- Si papá lee el periódico en el desayuno, el niño puede tener su libro o una revista. Cuando es muy pequeño, este momento mágico será una puerta importante para hacer a un niño lector.
- El aprendizaje de un niño va de dentro hacia fuera. Después de dar en casa los primeros pasos lo llevaremos a actividades culturales como el teatro, sesiones de cuentos, etc.
- No debemos olvidar la lectura antes de ir a dormir. No debe ser un tiempo largo pero sí tranquilo, sin estrés ni enfados. Si alguna noche no le leemos ningún libro, le podemos relajar con nuestras palabras, llevándole a los lugares de los cuentos ya leídos o inventados. Así estaremos entrenando a nuestro hijo a ser un oyente activo.
- También es bueno que el niño lea en voz alta, esta práctica crea imágenes más sólidas.

El mejor cuento para tu hijo…
El mejor cuento es, siempre, es el que le guste a él. Al principio los álbumes con sus ilustraciones serán lo que le llamarán la atención. Nos asustará al ver que no hay en su repertorio un D. Quijote, pero ese tipo de lectura llegará a su debido tiempo.
Cuando el niño es bebé deberemos tratar de que en cada uno de sus rincones haya libros; en la bañera, cuando le estamos enseñando a usar el inodoro, cuando está desayunando, incluso cuando estamos en la fila del banco, etc.
Si nos ayuda a realizar un pastel, que vea el libro de recetas que estás leyendo, le divertirá poder ser él el que te indique el punto siguiente.
El ser humano aprende con el ejemplo, pero si no se divierte le resultará más difícil poder entender que leer puede ser algo bueno.
Siempre queremos lo mejor para nuestros hijos, pero si nos olvidamos qué clase de niños éramos, cómo sentíamos, qué nos gustaba… Si pensamos como adultos quizá en más de una ocasión la elección del libro no sea la adecuada. 
Una buena idea sería pedir consejo a las libreras. Hoy en día nuestras librerías, las familiares, manejan toda una amplia información del fondo editorial en España. Las librerías familiares son espacios vivos, donde el libro es el juguete del niño. Las actividades que en ellas se realizan les acercan a la lectura y os liberan de la preocupación de si os habréis equivocado. Hay un montón de charlas que os preparan para acertar en vuestra elección.
¡Qué seáis felices… y disfrutéis con vuestros lectores!

ORDENADO / ENSÉÑALE A Serlo

PSICOLOGÍAConsejos para que tus hijos sean ordenados

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Contenido desarrollado por UE Studio. En su creación no ha intervenido la redacción de El Mundo
Por UE Studio
¡Pero mira que eres desordenado! Esta frase, una de las más repetidas en la historia de la educación, suele ser el principio de una serie de amenazas y castigos.
"Toda actividad nueva necesita entrenamiento"
Pero lo cierto es que estas técnicas rara vez funcionan, se abusa de ellas y pierden efectividad. Los padres y los hijos se agotan de vivir bajo la tensión del castigo y el grito. Mientras los padres terminan por “pasar” y tirar la toalla, los hijos se vuelven inmunes al soniquete de los padres y acaban por ignorar tanto reproche.
A lo mejor, siguiendo estos consejos, podemos poner un poco de orden para conseguir el orden.
Lo que SÍ debes hacer:
  • CUANTO ANTES EMPIECES A EDUCAR EN LA RESPONSABILIDAD, ANTES TENDRÁN EL HÁBITO.Por prisas, porque los vemos demasiado pequeños o por no tener un conflicto, muchos padres recogen y ordenan lo que sus hijos dejan tirado. Desde que tienen dos añitos se les puede ir enseñando a meter sus juguetes en sus cajas y a que asocien recoger con orden.
    Enseña el qué y el cómo. Enséñales a hacer la cama, a ordenar un armario, colocar la ropa sucia, dejar la mesa recogida después de estudiar. Hay una técnica que se llama “la sobrecorrección” que consiste en corregir y pedir que repitan la actividad, con amabilidad y con el interés de formar y no el de castigar. Toda actividad nueva necesita entrenamiento. Facilítales el material necesario como cajas, estanterías o cubos en los que puedan tener todo ordenado. Trata de hacerlo atractivo, con cajas bonitas, para que apetezca tener el cuarto en orden.
  • DESCRIBE DE FORMA CONCRETA LO QUE ESPERAS DE ELLOS. Lo que para ti es un cuarto ordenado puede no coincidir con lo que ellos entienden por orden. Deja por escrito lo que tienen que hacer y cuélgalo en el corcho, en la puerta del armario o en algún lugar visible. Y añade el horario en el que tiene que estar hecho. No es lo mismo ir al colegio y dejar la cama hecha, que hacerla media hora antes de acostarse.
  • REFUERZA CADA LOGRO. Muchos padres critican lo que no se hace, pero ignoran los cambios que llevan a cabo sus hijos. Alegan que no hay nada que reforzar porque esa es la obligación que tienen. Es cierto, pero a todos nos gusta ser reconocidos cuando nos esforzamos en cambiar. El cambio incluye salir de la zona confortable y eso supone un esfuerzo. El niño disfruta cuando nos sentimos orgullosos de él porque le encanta impresionarnos. Así que cuando recojan y ordenen, házselo saber. Todo lo que se refuerza tiende a repetirse.
  • SEGÚN LA EDAD, NEGOCIA. Deja que su habitación tenga algo de su personalidad. Muchos padres eligen los cuadros, quitan posters, fotos y ordenan todos los libros de mayor a menor. Hay padres que son excesivamente meticulosos y ordenados, y a veces tanto orden puede ser poco práctico. Si le pides a tu hijo que cada día después de estudiar deje su mesa despejada, igual es poco operativo sacar colores, reglas y diccionarios cada día. Permite que tengan un margen para su “desorden”.
  • APROVECHA EL ORDEN PARA EDUCAR EN VALORES. Cuidar de las pertenencias de uno es una conducta responsable. Los niños tienen que saber el valor que tiene cada cosa y dejarla desordenada es una forma de despreciarla y no cuidarla.
  • TU HABITACIÓN Y LA CASA EN GENERAL SON UN EJEMPLO PARA ELLOS. Pedirles orden si los padres no lo son con sus cosas, es un comportamiento incoherente. Trata de cumplir con lo mismo que le exiges a ellos.
  • HÁBLALES DE LAS CONSECUENCIAS POSITIVAS DEL ORDEN. El orden trae armonía, equilibrio, facilita la búsqueda de ropa, juguetes, material escolar, libros, etc. El orden también se relaciona con el bienestar. Apetece más estar y disfrutar de una habitación limpia y recogida que de un lugar en el que cuesta abrirse paso.