Esa es mi forma de trabajar con ellos.
Sin caer en el error de quienes sin ser PEDAGOGOS, se sientan al lado, en lo que buenamente suponen un acto de ayuda.
Pero solo un buen pedagogo sabrá llevar al niño a deducir por sí mismo, y de esta manera, obtener aprendizaje verdadero. Y a aprender a aprender.
Ni algunas Academias, que son una prolongación, del contexto de las aulas escolares.
Dejemos esta labor a los profesionales.
Todos podemos peinarnos en casa. Pero nunca el resultado será como el de una peluquería...
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