miércoles, 21 de enero de 2015

Lo que certifica que hablar de inteligencia emocional no está de más

Marina: 'Para educar a un niño hace falta la tribu entera'

EFE
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MADRID.- El profesor, escritor y filósofo español José Antonio Marina ha recordado en la presentación de su nuevo libro 'Aprender a vivir' el proverbio africano que dice: "Para educar a un niño hace falta la tribu entera".
El libro, editado por Ariel y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), es el primer volumen de una serie en la que se abordarán los problemas de cada sector en la educación, pero en el primero Marina expone cómo debe plantearse la educación actual.
"Todos somos responsables de la educación de los niños que se crían en nuestro grupo social", dijo Marina, y "todos, cada uno desde su puesto en la sociedad, debe retomar su papel y enseñar a vivir".
La sociedad atraviesa una situación "desconocida hasta ahora" y se encuentra en un círculo en el que los maestros dicen no poder educar, pero los padres tampoco, mientras la televisión, que tanta influencia tiene, argumenta que ofrece lo que la sociedad le demanda, subrayó Marina.
Romper esta situación es en primer lugar enseñar al docente a conocer al niño, es decir, la "psicología emergente", pero también la pedagogía de los recursos para que enseñen "no a vivir", sino "a vivir bien", considerando no sólo los factores negativos que afrontar, sino también los positivos, pues cada rasgo negativo del carácter va acompañado de otro positivo.
Recordó Marina la frase de Ortega "yo soy yo y mi circunstancia", pero entera, pues el filósofo dijo: "Yo soy yo y mi circunstancia y si no salvo mis circunstancias no me salvo yo".
Acoso en Hondarribia
Sobre el suicidio del niño de Hondarribia, José Antonio Marina precisó que es un caso claro de "colaboracionismo inconsciente" de todo el mundo, pues nadie dio normas, se hizo realidad el lema de que quien se queja del compañero es un chivato, y se abocó al niño a la soledad completa.
Es decir, Hondarribia necesita una clara "movilización educativa" y la sociedad debería estudiar ese caso y sacar conclusiones porque "el caso puede multiplicarse".
Nadie intervino en el centro de Hondarribia "por no perjudicar a terceros" y los tutores fallaron, pero también falló la sociedad, agregó Marina.
La solución, dijo Marina, está en que "la sociedad en su conjunto recupere la función educativa", porque, si no es así, no se podrá afrontar el problema en una sociedad en la que crecen las medidas de presión en los niños, -parejas fracasadas, los hogares monoparentales etc y aumento de violencia-.
Guarderías
Los padres y la escuela se necesitan mutuamente, puntualizó, entre otras razones porque, al llegar a los 12 o 13 años, el niño entra en el grupo y a través de él puede ser introducido en cualquier cosa, lo que hace absolutamente necesaria la pedagogía de los grupos.
Marina defendió asimismo la necesidad urgente de formar a los profesores de las guarderías porque se necesitan 110.000 para cuidar a los menores desde edades cada vez más tempranas y, a veces, "se les exige menos formación que a los cuidadores del zoo".
Argumentó asimismo que son necesarios estudios a largo plazo, encargados por instituciones, que nos permitan conocer y preparar a un niño desde que está en la cuna hasta los 14 años.
  
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