sábado, 2 de mayo de 2015

APRENDER NO IMPLICA APROBAR

Aprender no es aprobar exámenes

No hay que dejar nunca que los niños fracasen; hacerlos triunfar ayudándoles si es necesario, mediante una generosa participación del maestro. Hay que hacerlos sentirse orgullosos de su obra. Así será posible conducirlos hasta el fin del mundo”, afirmaba el pedagogo francés Celestin Freinet en su libro Técnicas Freinet de la escuela moderna.
Escuela en 1900
Escuela en 1900
Esta semana he tenido la suerte de volver al recomendable espacio de La 2 de TVE La Aventura del Saber. Desde aquí quiero agradecer la invitación y darles la enhorabuena por el programa y por su profesionalidad. Merece la pena consultar el archivo del programa.
En esta ocasión hablamos de cambio educativo y de evaluación. Dos temas claves y de absoluta actualidad. Dos temas además profundamente relacionados entre sí.
No son pocos lo investigadores y los profesionales de la educación que llevan años estudiando el cambio educativo y que sostienen que la clave para este cambio se encuentra en modificar nuestra manera de evaluar. Cuestionarse cómo evaluamos, cambiar los objetivos de la evaluación, fomentar una evaluación formativa, experimentar con nuevas maneras de evaluar son para muchos el primer paso para el cambio educativo (para estas cuestiones recomiendo visitar el Blog EvaluAccion)
En cierta manera hemos confundido el acto de aprender con el de aprobar exámenes. Y esto, además de provocar exclusión, es una manera muy limitada de abordar la complejidad de la educación y el aprendizaje. No es lo mismo evaluar que examinar, ni evaluar que calificar. Aprender no es aprobar exámenes.
Exámenes de Cambridge
Exámenes de Cambridge
Nuestra propia experiencia hace que equiparemos la evaluación al acto de calificar. En general, domina la finalidad de rendición de cuentas sobre el objetivo formativo y de aprendizaje. Sabemos, sin embargo, que los exámenes no son la única manera de evaluar el aprendizaje. Disponemos de un amplio catálogo de formas de evaluar bastante más finas que el exámen o el test (aquí). Parece una obviedad pero nunca está de más recordar que nuestro objetivo como docentes es la calidad del aprendizaje de nuestros alumnos. Superar exámenes. Obtener títulos (Diploma Disease. Ronald Doreno debería ser nunca el objetivoEl fracaso no es un indicador de éxitoComo dice Freinet no deberíamos permitir que los niños fracasen.
Cómo estudia un alumno depende de cómo pregunta el profesor, depende en última instancia de la evaluación esperada. Evaluaciones y exámenes condicionan no sólo qué estudia el alumno sino, sobre todo, cómo lo estudia. Aprender con el fin de aprobar un examen es muy diferente de aprender por aprender. Esto es lo que sostiene Stobart Gordon en su libro “Tiempos de pruebas. Los usos y abusos de la evaluación”: “la evaluación influye directamente en lo que aprendemos y en cómo lo aprendemos y puede limitar o promover el aprendizaje efectivo”. Y es también lo que sostenían hace casi 45 años los autores del libro El curriculum oculto.
El curriculum oculto, por oposición al curriculum abierto que es lo que se ve (objetivos de aprendizaje, temarios),es entre otras cosas lo que está implícito en los exámenes. Y condiciona no solo lo que estudian los alumnos sino también y más importante cómo estudian los alumnos.
O B D C, El Roto
O B D C, El Roto
Hay estudios que muestran que los alumnos estudian mejor (o al menos de otra manera) cuando esperan preguntas de respuesta abierta. Que un enfoque superficial en el estudio está asociado a buenos resultados en un examen tipo test y a peores resultados en un examen de preguntas abiertas y por el contrario que un aprendizaje profundo está asociado a buenos resultados en las prueba abiertas y a peores en las pruebas “objetivas”.
Hoy día es cada vez más claro que debemos trabajar principalmente el aprendizaje profundo por ser aquel que mejor desarrolla las competencias de alto nivel necesarias para vivir en el siglo XXI como el pensamiento crítico, la comunicación, la colaboración, la resolución de problemas y el aprender a aprender. El mundo no es un libro que debemos aprender a leer. Es más bien un conjunto variable de preguntas abiertas y cambiantes. Aprender a vivir sería, como dice Fina Birulés, desarrollar “nuestra capacidad de pensar, de valorar afirmativa o negativamente lo que ocurre, de especular sobre lo desconocido o lo incognoscible.”
Los exámenes son parte de un modelo tradicional de enseñanza en el que la información se transmite a los estudiantes para que posteriormente los alumnos “vomiten” esa información. Es lo que Paulo Freire, otro gran pedagogo que exploró el concepto de curriculum oculto, denominó en su libro Pedagogía del Oprimido laeducación bancaria.
Para algunos expertos como Alfie Kohn es paradójico y en cierta manera desconcertante encontrar maestros con un enfoque constructivista y centrado en el estudiante que adoptan formas activas e interactivas de aprendizaje, pero que sin embargo, siguen dependiendo de los exámenes como principal forma de evaluación en sus aulas.
Thomas Galvez. Examination.  CC 2.0 by https://flic.kr/p/nDTzBK
Thomas Galvez. Examination. CC 2.0 by https://flic.kr/p/nDTzBK
Durante los 10 min que duró la entrevista también hablamos un poco de cambio educativoLa historia reciente de nuestra educación es la historia de un cambio educativo necesario y deseado que no termina nunca de llegar. Es la historia de soluciones (reformas educativas, formación, tecnología) que fracasan. Y es la historia que resulta de ignorar la importancia que para este cambio tiene la cultura escolar y la gestión del cambio.
Hay un libro que me gusta mucho y que recomiendo leer por su vigencia, a pesar de los 20 años que tiene, titulado La escuela que queremos en el que se sostienen que “son los docentes y directores, individualmente y en grupos reducidos, quienes deben crear la cultura escolar y profesional que necesitan. Por este objetivo vale la pena luchar, dentro y fuera de la escuela, dicen sus autores Michael Fullan y Andy Hargreaves.
De alguna manera, y Fullan lo ha desarrollado en publicaciones posteriores, parece que por fin hemos asumido que el cambio no nos vendrá dado desde arriba sino que será el resultado del impulso individual y colectivo de los profesionales de la enseñanza y de las escuelas. Parece que empieza a haber consenso en que la unidad más apropiada para este cambio es el centro educativo (o las redes de centros educativos conectados). Que el camino pasa por que cada escuela deje de ser solo una unidad administrativa para convertirse en un proyecto educativo.
La experiencia nos dice que debemos esforzarnos por diseñar aulas y escuelas innovadoras, no sólo experiencias innovadoras de aprendizaje individual.
Todo parece apelar a la necesidad de combinar nuestra responsabilidad individual con nuestro compromiso colectivo.

TURING

Alan Turing, el pecado nefando de un genio

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Alan Mathison Turing (1912-1954) era un genio. Fue uno de los padres de la computación, un precursor de la informática. O sea, uno de los culpables de que ahora estés leyendo esto y luego pases a algo mucho más interesante con solo un click. Eminente matemático, diseñó uno de los primeros computadores digitales. También fue uno de los antecesores de la Inteligencia Artificial, creador de un test que aún se usa hoy día para establecer la inteligencia de las máquinas.
Por si eso fuera poco, fue un héroe de la Segunda Guerra Mundial. Cuando Churchill dijo aquello de “nunca tantos debieron tanto a tan pocos” se refería a los pilotos de la RAF, pero la frase hubiera encajado igual o mejor referida a Turing y su equipo. Turing trabajó para el espionaje británico y consiguió descifrar la potente máquina Enigma, creada por el espionaje alemán. Ese hecho salvó miles de vidas y ayudó enormemente a Los Aliados a ganar la guerra.
Pero todo eso no le sirvió de nada ante un delito imperdonable: “indecencia grave y perversión sexual”, que es como el “pecado nefando” de la Inquisición pero en versión tribunal inglés de los años 50. No hace tanto de eso ¿verdad? Y sigue pasando en otros lugares, hoy mismo. Turing fue condenado por ser homosexual, fue castrado químicamente y todo indica que acabó suicidándose con cianuro inyectado en una manzana. Así se las gastan las leyes de los hombres.
La historia de Turing es bastante conocida, pero escribo a bote pronto este post por si cae por aquí alguien que no la conozca. Por eso y porque una película sobre Alan Turing,The Imitation Game, se estrenó en Gran Bretaña el 14 de noviembre, el 28 en Estados Unidos y llegará a España el próximo enero.
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La película está protagonizada por Benedict Cumberbatch(famoso por ser el Sherlock de la serie), Keira Knightley yMatthew Goode. Leo que el guión está inspirado en la biografía escrita por Andrew HodgesAlan Turing: The Enigma. Hodges es matemático, escritor y uno de los pioneros del movimiento de liberación gay de los años 70, así que espero que la película trate el drama personal y la profunda injusticia hacia Turing, aunque el trailer en español sugiere más aventura y épica hollywoodiense que otra cosa. Si las estrellas del reparto y el tono ayudan a difundir los valores de la igualdad y el respeto a la diversidad puede que valga la pena, no se.
Turing fue un niño prodigio. Desde pequeño mostró especial predilección por las matemáticas y siendo muy joven ya era capaz de resolver problemas complejos. En 1936, con 24 años, crea la máquina de Turing, un dispositivo hipotético que representa una máquina de computación. No se preocupen, yo tampoco lo entiendo muy bien pero los que saben de esto lo consideran un gran paso para que usted esté disfrutando ahora (perdón por la inmodestia) de su ordenador.

Enigma

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Ejemplar de la máquina alemana Enigma
Cuando llega la Segunda Guerra Mundial Turing ya es un reputado matemático, así que su país le pide que se sume al esfuerzo bélico con lo que mejor sabe hacer, pensar con números. Los alemanes había creado la máquina Enigma, un artilugio de cifrado infranqueable con el tamaño y el aspecto  de una máquina de escribir rara. Para que se hagan una idea, dos letras idénticas del mensaje original daban como resultado dos letras diferentes en el mensaje cifrado resultante. Si usted es experto en cifrado tal vez eso no le impresione, a mí mucho.
Enigma servía tanto para cifrar como para descifrar y su tamaño la hacía muy útil a los espías alemanes y un enemigo temible para los aliados. La carrera para descifrar enigma fue de fondo. Empiezan los polacos en 1929 y acaba con los británicos, ya en plena guerra, montando en una mansión deBletchley Park, al norte de Londres, un equipo para quebrar los códigos alemanes. Un equipo formado por criptógrafos, ajedrecistas, jugadores de bridge y matemáticos, entre los que destaca Turing.
Mujeres del servicio naval británico en Bletchley Park (1942) con Colossus, la primera computadora programable. (SSPL/Getty Images)
Mujeres del servicio naval británico en Bletchley Park (1942) con Colossus, la primera computadora programable. (SSPL/Getty Images)
Toda la operación fue conducida con estricto secreto. Los resultados eran metidos en una caja cerrada y llevados directamente a Churchill, el único que tenía una llave de la caja. En el verano de 1940 ya estaban en condiciones de descifrar los códigos usados por la Luftwaffe, los de la marina alemana eran un poco más sofisticados y se tardó un año más.
Turing se había convertido en un héroe. Las guerras, como casi todo en la vida, las gana la inteligencia y aquel matemático prodigioso se había convertido en uno de los vencedores destacados. Pero, gajes de los servicios secretos, todo aquello no se sabrá hasta finales de los años 60, años después de la tortura a Turing.

Test de Turing

Acabada la guerra su mente no se detiene y continúa sus estudios de computación. En 1950 presenta el llamado test de Turing, una prueba para comprobar la inteligencia de una máquina. Según el mismo, si una máquina se comporta en todos los aspectos como inteligente, es  que debe serlo. La prueba consiste en que un juez hace una serie de preguntas a una máquina y a un ser humano situados en habitaciones diferentes y que debe ser capaz de identificarlos por las respuestas.  Desde 1990 se leva a cabo una competición anual, el Premio Loebner, basado en dicho test. Una computadora conversacional logró superar el test (engañar a más del 30% de los jueces) en 2010.turing_doodle

Delito contra natura

Pero todos esos avances en computación y cibernética, y algunos más, no le valieron de nada ante el atraso y la intolerancia legal. Usar ordenadores no nos hace más sabios, eso está claro.  En 1952 Turing sufre un robo en casa en el que se haya implicado su amante de entonces. El matemático lo denuncia y en los interrogatorios confiesa su homosexualidad, algo que, por otra parte, tampoco se esforzaba en ocultar a su círculo de amigos y conocidos.
En ese momento, gracias a un ley de 1885, la víctima se convierte en delincuente, por delito de indecencia. Desde los años 30 los juicios por conducta homosexual habían aumentado considerablemente, en un intento de la sociedad bienpensante de frenar la cada vez mayor visibilidad de los gays. Teoría muy particular al respecto: las guerras suelen tener el efecto de visibilizar lo que es importante y lo que no lo es, como la orientación sexual de cada uno. La actitud de Turing, que no pedía perdón por sus preferencias en la cama, tampoco ayudó a que pesaran más sus servicios a la patria que la condena ejemplarizante.
Así que se le dio a elegir entre cárcel y tortura, entre ir a prisión o someterse a una castración química a base de estrógenos. Él quería seguir trabajando, así que optó por lo segundo. Pero las hormonas tenían muchos efectos secundarios: cambios de carácter, obesidad, aumento de los pechos e impotencia.
Turing
El 7 de junio de 1954 fue encontrado muerto en su habitación tras haber ingerido una manzana envenenada con cianuro. Hay quien sospecha de asesinato. En los días previos Turing no había dado muestras especiales de querer quitarse la vida y proseguía su trabajo matemático, con planes a corto plazo. Tampoco se encontró nota de suicidio.
A pesar de eso la hipótesis más generalizada apunta al suicidio, agobiado por las secuelas del tratamiento, abrumado por la repercusión de su juicio, el rechazo social y la sensación de ingratitud por el trato recibido a alguien que había dado tanto por su país.
Sackville_park_turing_plaqueLa verdad es que reflexionando sobre el caso de Alan Turing me parece algo más propio de España que de Inglaterra. En general, la historia nos muestra que los ingleses suelen reconocer a sus compatriotas distinguidos y mostrarles respeto, al contrario que en España, que suele maltratar a los suyos. Me viene a la mente García Lorca, al que ni siquiera dejaron suicidarse; lo fusilaron con nocturnidad y alevosía, para asegurarse. Más a nuestro estilo.
En lo que sí coinciden los dos, en diferentes grados, es en cómo la cerrazón y el fanatismo tienen esa tendencia irrefrenable a aplastar lo mejor del espíritu humano, y a menudo lo consiguen.  En sus últimos años, tras la condena por homosexualidad, un Turing desmoralizado teme que todo el escándalo afecte a sus logros y le escribe un amigo su famoso falso silogismo:
Turing cree que las máquinas piensan; Turing se acuesta con hombres; luego las máquinas no piensan.
Les puede parecer hasta gracioso, pero es triste. Yo escucho argumentaciones así todos los días, incluso de gente con micrófono.

GENIOS QUE ESTUVIERON EN LA CARCEL

10 científicos importantes que estuvieron en la cárcel y sus delitos

Escrito por Jackyen may 29, 2012 | Dejar comentario
Hay quienes apoyan la ciencia y quienes la rechazan. A lo largo de la historia ha existido una lucha constante con la religión: por un lado los científicos presentan avances y debaten teorías, mientras que del otro bando, los religiosos las rechazan y las condenan.
No obstante, la ciencia no sólo ha tenido que lidiar con la religión, hay ocasiones en donde los científicos se convierten en prófugos de la justicia, son perseguidos por la sociedad y llegan a ser presos de una causa injusta.
En este contexto, el sitio pijamasurf.com y De10.mx traen un conteo de los hombres de ciencia que han pisado la cárcel; algunos de ellos purgaron una larga condena, conoce el por qué.
Stewart Nozette. Fue un investigador de la NASA, acusado de un millonario fraude y conspiración en perjuicio de esta agencia estadounidense. Nozette comenzó minando los fondos de la NASA para financiar su compañía, pero después, cuando un supuesto agente israelí le ofreció dinero a cambio de documentos clasificados, el hombre no dudó en acceder, sin contar que se trataba de una trampa tendida por el FBI. Actualmente, purga una condena de 13 años.
Sir Francis Bacon. Se vio involucrado, en cierta época de su vida, en problemas de solvencia económica que le impidieron cubrir sus deudas. A pesar de su elocuente defensa, sus acreedores lo llevaron a pasar una temporada en la Torre de Londres.
Anna Freud. La hija de Sigmund Freud fue arrestada luego de que su familia intentara salir de territorio nazi, ya que este régimen acusó al psicoanálisis de “ciencia judía”. Los nazis intentaron usar a Anna como rehén e impedir que los Freud fueran al exilio… Sin embargo, gracias a que un oficial alemán admiraba la obra de Freud, ella y su familia pudieron salir.
Santiago Ramón y Cajal. Pionero de la neurociencia y descubridor de la estructura neuronal como fundamento del cerebro. A los 11 años, Santiago pisó la cárcel después de que creara un cañón casero, el cual probó y causó algunos destrozos.
Johann Conrad Dippel. Fue un científico de mediados del siglo XVII, quien buscó de manera constante la inmortalidad. Intentó transferir el alma de una persona a otra, utilizando un embudo y una manguera.
Igualmente, destiló un “elixir de la vida”, empleando huesos y sangre de animales, que aunque no evitó la muerte física de nadie, al final sirvió como colorante textil que se comercializa hasta la fecha con el nombre de “Azul Prusia”.
El delito que mantuvo a Dippel en prisión fue profesar ideas religiosas que iban en contra del dogma y por las cuales fue considerado un hereje.
Jack Kevorkian. Famoso en el mundo de la medicina por su sobrenombre de “Doctor muerte”. En la década de los 90 Kevorkian diseñó y construyó la “máquina del suicidio”, que administraba automáticamente una fuerte dosis de químicos que provocaban el fallecimiento del paciente, invento que le valió una corta temporada de encierro.
Después, en 1998, Kevorkian inyectó las drogas letales a uno de sus pacientes, cuyo consentimiento no impidió que el médico fuera a la cárcel. En 1999, se le dictó una sentencia de ocho años en prisión por el delito de asesinato en segundo grado.
Timothy Leary. Quizá sea uno de los científicos que más cárceles conoció a lo largo de su vida, con un total de 29. Los cargos que se le imputaron, casi siempre estuvieron relacionados con posesión de drogas y una insaciable compulsión a mostrar la faceta de ridículo en que descansa toda autoridad.
Klaus Fuchs. Gracias a su talento Fuchs, quien era británico pero de origen alemán, trabajó con el equipo estadounidense que desarrolló la bomba atómica, el Manhattan Project. Colaboró también como espía para la Unión Soviética, por lo cual fue juzgado y condenado a 14 años de cárcel.
Richard Feynman. Partícipe también del Manhattan Project. Feynman tuvo en un día un acceso de locura o de impaciencia al violar los casilleros del personal asistente del proyecto, para obtener ciertos documentos que necesitaba en su investigación.
En otra ocasión, como estaba obligado a registrar su salida y su entrada en la base militar donde laboraba, descubrió un agujero por donde podía colarse sin cumplir con este molesto trámite en el punto de revisión acordado.
Un día, cuando las autoridades militares notaron la anomalía, lo quisieron arrestar, pero él les contestó que arreglaran mejor el agujero…
Galileo. Tuvo problemas con la iglesia, fue considerado hereje, sin embargo, lo que más molestó a los religiosos fue un escrito en el cual llamó simplón al Papa, esto ocasionó que el científico fuera condenado a la pena de muerte, la cual se le perdonó, pero tuvo un arresto domiciliario de por vida.

GUSTLOFF / La MAYOR TRAGEDIA MARÍTIMA DE LA HISTORIA

HUNDIMIENTO DEL GUSTLOFF


En enero de 1945, ultimo año de la Segunda Guerra Mundial, la resistencia de Wehrmatch, las fuerzas armadas alemanas, en el frente oriental se vino abajo. El ejercito rojo empujo al resto de las derrotadas tropas alemanas y a la población civil fugitiva hacia franjas costeras del Báltico. La gente agotada buscó desesperadamente las ultimas vías de escape a través del Báltico helado. El antiguo barco de placerWilhlelm Gustloff parecía ser la seguridad, pero pocas horas después de zarpar, la embarcación se convirtió en una trampa.

De crucero a buque alojamiento:
A principios de 1938, el mayor trasatlántico de pasajero de su época zarpó en su singladura inaugural. El Willhelm Gustloff había sido concebido como un barco de crucero por la organización nacionalsocialista Kraft durch Fteude («La fuerza gracias a la alegría»), encargada del tiempo libre. Estaba lujosamente equipado: contaba con agua corriente caliente en todas las cabinas, cine e incluso una piscina cubierta.
La botadura de este barco de lujo tuvo lugar el 5-5-1937 con la presencia de Adolf Hitler
Pero sólo cumplió su misión original durante unos cuantos cruceros a Noruega y Portugal. En septiembre de 1939 —poco después de estallar la Segunda Guerra Mundial—, fue traspasado a la marina para el transpone de heridos. Desde noviembre de 1940 estuvo anclado cerca de la ciudad de Danzig, en la Prusia Oriental. Allí sirvió de buque alojamiento para soldados de la Segunda División de Instrucción de Submarinos.
Situación Desesperada en el Este: A finales de enero del 1945 el frente oriental alemán se vino abajo. A continuación el ejército soviético aisló los territorios orientales de la parte occidental de Alemania con varias ofensivas grandes dirigidas hacia el norte.

El caos entre la población civil en fuga y las tropas supervivientes del ejército alemán debió de ser horroroso. Con temperaturas de -20 °C y presas del pánico, huyeron hacia el norte porque todos los demás caminos estaban bloqueados por las unidades rusas. Las noticias acerca de la brutal saña de los soldados soviéticos incrementaron el horror de los fugitivos.
El Wilhelm Gustloff era un moderno trasatlántico destinado a la población trabajadora de la Alemania nazi
hasta el inicio de la Segunda Guerra mundial.
La única salvación era huir a través del Báltico, en cuya costa la Wehrmacht, las fuerzas armadas alemanas, todavía podía mantener algunas cabezas de puente. Uno de aquellos objetivos de fuga era la bahía de Danzig, pues en la localidad de Gotenhafen se encontraba anclado el Wilhelm Gustloff. El 21 de enero, el gran almirante de la marina alemana había dado ya orden de que se preparara el barco para zarpar hacia el oeste.

El Wllhelm Gustloff leva ancla
El 30 de enero de 1945, a las 12:20 horas, el Wilhelni Gustloff recibió por fin la orden de zarpar. Debido al pánico que se desató durante el embarque, llegó un momento en que ya no fue posible registrar la cifra de personas que se encontraba a bordo. Pero es seguro que en el barco, que estaba diseñado para acoger a 1465 turistas, en aquel momento había al menos 8000 personas, e incluso es probable que fueran más de 10 000. La gran mayoría de viajeros eran mujeres, niños y heridos.
A bordo del buque se encontraban más de 10.000 personas. En su mayoría mujeres y niños, también había heridos, todos ellos refugiados que huían del ejército rojo. Sin embargo, también se hallaban a bordo aproximadamente 1000 cadetes de la la marina, que habían acabado su adiestramiento para combatir en los submarinos alemanes y debían ser incorporados al servicio lo antes posible.
Todo rincón bajo cubierta se empleó para albergar a gente atemorizada, pues la estancia a la intemperie con temperaturas de -20 °C era insoportable. Incluso la antigua piscina cubierta se empleó entonces para acoger pasajeros. Noventa y nueve auxiliares femeninas de la marina montaron allí un campamento provisional; sólo seis de ellas sobrevivieron a aquella noche. El tiempo era borrascoso y helador; el agotamiento y los mareos contribuyeron a que los ánimos a bordo se tranquilizasen. El aire en los pasillos abarrotados era casi insoportable.

Otros barcos de fugitivos hundidos
Incluso después del terrible hundimiento del Wilhelm Gustloff, la vio de escape a través del Báltico seguía siendo la única esperanza para los que huían del ejército ruso. Una y otra vez se utilizaban para el viaje convoyes muy escasamente protegidos. Así pues, era inevitable que se produjeron nuevos catástrofes.
En febrero de 1945, el crucero Steuben también fue hundido por el submarino S-13. Perecieron casi 4000 personas. En abril de 1945 los pasajeros embarcados en el carguero Goya sufrieron la misma suerte. Esto embarcación se hundió en el plazo de tres minutos en el Báltico helado y arrastró o lo muerte a 7000 personas como mínimo. Sólo con el hundimiento de estos tres barcos se perdieron más de 20.000 vidas humanos.

La muerte estaba al acecho
Para garantizar la seguridad del Gustloff en alta mar le acompañaron dos buques de escolta, el torpederoLowey él caza torpedero T1. No obstante, el T1 tuvo que abandonar la escolta al poco tiempo debido a la fuerte marejada y los otros dos barcos debieron continuar solos. Sin embargo, la protección del Lowe era también completamente ineficaz, pues su sistema de detección de submarinos se había congelado y no funcionaba, de manera que en ningún momento existió la posibilidad real de descubrir a tiempo al submarino ruso S-13.
Su capitán, Alexander Ivanovich Marinesko (imagen), llevaba ya dos semanas en el Báltico a la búsqueda de botín, con el fin de lograr un éxito espectacular que le evitase un proceso militar por falta de disciplina. Finalmente, aquel 30 de enero, a las 20:00 horas aproximadamente, recibió la noticia de que se había avistado un gran buque de transporte de tropas.
Al abrigo del mal tiempo inició la persecución y colocó su submarino cuidadosamente en una posición ventajosa. Al cabo de algo más de una hora dio orden de disparar cuatro torpedos. Tres de ellos salieron del S-13, el cuarto se quedó atascado y tuvo que ser desactivado a toda velocidad.

El comandante del submarino
A principios de 1945 Alexander Ivanovich Marinesko, capitán del submarino S-13, sentís la imperiosa necesidad de lograr algún éxito. Antes de que zarpara su submarino se le había llamado, la atención por falta de disciplina temía que se le hiciera un proceso ante el tribunal de guerra. Con la esperanza de poder eludir el proceso, quería distinguirse hundiendo barcos enemigos.
Después de haber torpedeado el Gustoffy el Steuben regresó a su puerto de origen esperando ser aclamado como un héroe. Pero el alto manda de la flota soviética silenció ambos hundimientos para evitar que se le reprocharan actos de crueldad contra la población civil En septiembre de 1945, Marines ka fue expulsado deshonrosamente de la marina soviética. En 1990, veintisiete años después de su muerte ,fue rehabilitado posteriormente y nombrado Héroe de la Unión Soviética.

El hundimiento
El primer torpedo alcanzó la proa del Wilhem Gustloff e inmediatamente se cerró el compartimiento estanco con todos los supervivientes pues el barco amenazaba con hundirse de proa. El segundo dio en la piscina cubierta y maté instantáneamente a casi todas las auxiliares de la marina que se alojaban allí. El tercer torpedo dio en la sala de máquinas, destruyendo la vena de abastecimiento del barco.
A partir de aquel momento a los supervivientes les quedaban 50 minutos antes del hundimiento.
El pánico a bordo era indescriptible, cerca de 10.000 personas intentaban ponerse a salvo en el mínimo espacio, todos empujaban hacia arriba, hacia cubierta, quien se caía era pisoteado hasta la muerte. La cubierta estaba completamente helada, los fugitivos resbalaban por el barco, que ya estaba escorado, y caían por la borda al mar gélido.
Los salvavidas alcanzaban escasamente para 2000 personas, pero no para todo aquel gentío. Además, los mecanismos de los pescantes estaba helados, lo que dificultaba el descenso de los botes, Unos soldados intentaron controlar a la multitud movidos por la desesperación disparando al aire. Algunos botes salvavidas llegaron al agua a medio llenar, mientras otros amenazaban con hundirse en las heladas aguas a causa del sobrepeso.
El barco zarpó en la tarde del 30 de enero de 1945 hacia Dinamarca. La tragedia se desató, pocos minutos después de las 23 horas, cuando el barco fue alcanzado por un torpedo lanzado por el submarino soviético S-13, que esa noche vigilaba las aguas del Mar Báltico. Otros dos torpedos aceleraron la tragedia. El barco se hundió en tan solo 55 minutos en medio del pánico generalizado. En aquél momento la temperatura del agua rondaba los 2º y la temperatura exterior era de -18º.

Los supervivientes
Tras disparar los torpedos; el submarino S-13 permaneció sumergido en las proximidades pues temía un ataque del buque escolta Lowe y prefirió permanecer escondido Pero el Lowe se apresuró a salvar a los que se estaban ahogando y a enviar incesantes SOS.
Otros siete barcos acudieron en breve al lugar de la catástrofe pero el tiempo era muy escaso y el Báltico estaba demasiado frío como par a poder sobrevivir mucho rato. El torpedero T-36 recogió 400 náufragos y durante loa trabajos de remate escapó de milagro a un nuevo ataque con torpedos del S-13.
El comandante del T-36 ordenó enseguida lanzar bombas de profundidad y dañó gravemente al S-13, pero no pudo impedir la huida del submarino. Hacia las 22:00 el Wilhelm Gustloff había desaparecido de la superficie marina. Con él se hundieron en las aguas unas 9000 personas, gran parte niños. La cifra exacta de víctimas nunca se aclarará, sólo conoce el número de los que se salvaron 1239 personas que sobrevivieron, a la que hasta la actualidad ha sido la mayor catástrofe náutica de la historia.
Fuente Consultada: Grandes Catástrofes de la Historia – Wikipedia