domingo, 14 de junio de 2015

PITAGORAS / SERES VIVOS


Pitágoras fue un gran matemático griego, recordado por el famoso teorema de Pitágoras. No obstante, la contribución de Pitágoras de Samos (aprox. 585-500 A. C.) a la sociedad moderna fue mucho más profunda y amplia, abarcando incluso la filósofía, la ética y una visión muy particular del hombre y su relación con los animales. 

Pitágoras fundó la escuela pitagórica, dedicada al estudio de la filosofía, matemática y astronomía. Bajo la visión de Pitágoras esta escuela estaba abierta a hombres y mujeres de todas la razas y condiciones económicas, los cuales se reconocían entre si por medio del pentágono estrellado, que ellos llamaban pentalfa (cinco alfas). 

Pitágoras pedía al discípulo que construyera su obra en la práctica de la vida, y para alcanzarla debía reunir tres perfecciones: realizar la verdad en la inteligencia, la virtud en el alma y la pureza en el cuerpo. Así, logradas estas perfecciones, para Pitágoras, el hombre pasaba a ser un "adepto", sus sentidos internos se abrían y podía adquirir facultades y poderes nuevos. 

Pitágoras y su clasificación del hombre 

Según el grado de evolución espiritual alcanzado por el hombre, los clasificaba en cuatro tipos, con subdivisiones y distintos matices. Los Instintivos eran aptos para los trabajos corporales, para el ejercicio y desarrollo en el mundo físico. Los Anímicos o Pasionales, que eran los artistas, hombres de letras, poetas y hombres de guerra, que vivían en las ideas modificadas por las pasiones. Los Intelectuales, formados por verdaderos poetas, filósofos y sabios, los que según él y Platón deberían gobernar a la humanidad. En ellos las pasiones estaban subordinadas a la inteligencia. Y el más alto ideal humano, el que poseía el poder de la inteligencia sobre el alma y el instinto y el de la voluntad sobre todo su ser, era el Adepto o gran Iniciado. 

La escuela de pensamiento formada por él afirmaba que la estructura del universo era aritmética y geométrica, a partir de lo cual las matemáticas se convirtieron en una disciplina fundamental para toda investigación científica. Así, la base de su filosofía fue la ciencia de los números, llegando incluso a atribuirles propiedades físicas a las cantidades y magnitudes. 

Ejemplo de lo anterior es el hecho de que concedía gran importancia al número siete y al diez. El siete era 3+4, la unión del hombre (4) con la divinidad (3), representando la ley de la evolución. El diez era el número perfecto por excelencia, incluía todos los principios de la divinidad evolucionados y reunidos en una nueva unidad. 

A é se debe el carácter esencialmente deductivo de la Geometría y el encadenamiento lógico de sus proposiciones. 

Adicionalmente fue el impulsor de la ética pitagórica que incluía en sus principios: la transmigración de las almas, el parentesco de todos los seres vivos y las reglas de abstinencia, como por ejemplo el nunca matar criaturas vivas (comunmente sagrificadas a dioses), ni tampoco comer carne. 

Por esta razón a él y aquellos que siguieron la escuela del pensamiento serían actualmente considerados vegetarianos estrictos. Incluso antes del siglo XIX a la gente que era vegetariana se les denominaba Pitagóricos. 

Dijo: 

"Mientras el hombre continúe siendo el destructor despiadado de seres inferiores no conocerá la salud ni la paz. Mientras el hombre masacre animales, se matarán unos a otros. Ciertamente aquél que siembra la semilla del asesinato y dolor no puede cosechar gozo y amor". 

En un ensayo titulado "Sobre comer carne", el autor latino Plutarco dice: 

"¿Os preguntais por qué este hombre se abstenía de comer carne? Yo, por mi parte me pregunto más bien porqué razón y con qué idea ha podido el hombre llevarse por vez primera a la boca la sangre coagulada de una criatura muerta, y cómo ha podido tocar la carne con sus labios; cómo habrá podido poner sobre su mesa cadáveres de animales y llamar comida y alimento a aquellos seres que poco antes mugían o balaban y se movían vivos. Cómo habrá podido soportar la visión de la masacre, la garganta cortada, la piel arrancada, los miembros despedazados; soportar el horrible olor....!"

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