miércoles, 4 de febrero de 2015

DEBERES, DEMASIADOS??

¿Los freímos a deberes?

Cuatro escolares de Primaria de diferentes colegios de Murcia hacen sus tareas escolares por la tarde.
Cuatro escolares de Primaria de diferentes colegios de Murcia hacen sus tareas escolares por la tarde. / Nacho García
  • Los escolares españoles les dedican 6,5 horas semanales, 1,6 más que la media de la OCDE. El debate divide a los padres: para algunos, no son suficientes; otros abogan por la mesura y una mejor coordinación

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La mochila que arrastran los escolares al salir del cole a las dos de la tarde se instala en el hogar palpitando las obligaciones que atender a lo largo de la tarde. Pocas, para algunos padres; excesivas, para otros. Y al margen de opiniones y encendidos debates, bastantes más que la media de los 38 países de la OCDE, según revela un estudio realizado a partir de los datos del Informe PISA. Los niños españoles, destaca la comparativa, dedican 1,6 horas semanales más de media que sus compañeros a completar sus tareas; son los quintos con más horas de deberes: 6,5 a la semana frente a la media de 4,9 horas. Un sobreesfuerzo que no parece recompensado: el informe de PISA destaca que los países que mandan menos deberes tienen los mejores resultados. Curiosamente son los exitosos escolares finlandeses -los primeros en rendimiento en todas las áreas- quienes menos tiempo dedican a las tareas en el hogar, poco más de dos horas a la semana. El estudio subraya además que el tiempo adicional invertido en las tareas tiene «un impacto insignificante en el rendimiento».
Escasos o excesivos, los deberes condicionan la vida de miles de escolares murcianos, y enfrentan en el debate a las dos principales asociaciones de padres. Para Concapa, «dos horas al día de tareas está bien. Es una de las pocas ocasiones que tienen los padres de compartir la vida escolar de sus hijos», opina el presidente de la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa), Víctor Escavi. Para la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA), Francisca López, los deberes son convenientes para los escolares, pero con muchas condiciones. La primera, que dejen tiempo suficiente a los niños para el ocio y el deporte, «para jugar y aburrirse», básicos en su desarrollo. Y la más importante: deben ser tareas que el escolar pueda resolver solo. De lo contrario, como también advierte el informe de PISA, pueden agrandar la brecha de las desigualdades entre escolares. «Si el niño no dispone de un lugar tranquilo y adecuado en casa para hacer los deberes y sus padres no pueden ayudarle porque no tienen formación ni pueden contratar a un profesor particular, obviamente está en desventaja», justifica.
Reforzar lo aprendido en clase, y no hacer de los deberes una prolongación del aula, debe ser, a juicio de los expertos, la función real de las tareas. La clave, opina la profesora de Psicología de la Educación de la Universidad de Murcia Fuensanta Cerezo, está en mesurar la tarea. «Un tiempo de refuerzo está bien, sobre todo en escolares que tienen un ritmo más lento de aprendizaje. Pero si nos pasamos, corremos el riesgo de organizar para los niños jornadas más largas y estresantes, de crear pequeños monstruitos». Para Cerezo, tan importante como fijar lo aprendido en la escuela en casa, es para los niños «jugar e incluso aburrirse de no hacer nada. Es básico para su desarrollo personal», insiste.
Dos décadas ejerciendo como maestro y otras dos como pedagogo y profesor de Planificación de la Acción Educativa en la Facultad de Educación de la UMU dan a Manuel Nicolás una doble visión ecuánime. En su día peleó para erradicar los deberes fuera del horario escolar, pero hoy admite que no se sumaría de nuevo a esa causa. A su juicio, es muy positivo para los escolares percibir que «el estudio y el saber no es un acontecimiento que solo se produce en el colegio. Un tiempo dedicado al estudio fuera del aula está bien, pero progresivo: poco en los primeros cursos de Primaria, algo más a partir de cuarto, pero nunca más de una hora; la clave es que no impida al niño disfrutar de su ocio».
La coordinación entre los diferentes maestros que dan clase a los niños es clave para las familias, que reclaman mejor planificación. Mariola Sanz, directora del colegio público de El Esparragal y presidenta de la asociación de directores, defiende que los centros se esfuerzan a diario para que así sea. «Realizamos paneles con los exámenes y trabajos por asignatura para evitar sobrecargar a los escolares. De todos modos, es necesario que dediquen a los deberes entre una y dos horas diarias».
Desterrar el tedio de la mesa de estudio es también básico para el pedagogo Nicolás, para quien es fundamental que el tipo de deberes que los escolares lleven a casa fomenten la creatividad, la investigación, el trabajo en grupo... «Se trata de que el alumno se apropie en ese tiempo del contenido que debe haber aprendido en clase. La habitación del escolar no puede ser una extensión del aula», reivindica. Ni su agenda, reclama la psicóloga Cerezo, la de un alto ejecutivo. «Hay niños que tienen el tiempo ocupado desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche, y eso no es sano», alerta.

MUCHO CUIDADO COn las TABLETS

LOS RIESGOS DE DEJAR DE ESCRIBIR A MANO


Neurólogos y psicopedagogos alertan del riesgo de sustituir los cuadernos por las nuevas tecnologías



Es asombrosa la facilidad con que los más pequeños se adaptan a la«era digital». Los más avispados, con apenas tres años son capaces ya de teclear su nombre en el móvil de sus padres y enviarlo, junto con un montón de iconos, por whatsapp, para regocijo de sus orgullosos progenitores. Y los propios planes educativos fomentan cada vez más el uso de las nuevas tecnologías, de modo que la tableta empieza a ser una herramienta tan habitual como lo había sido siempre el cuaderno.

Aparentemente, se podría pensar que así aprenden antes a reconocer las letras y parece que las largas horas que invertíamos en caligrafía las generaciones anteriores estarían de más. La rapidez con que el ordenador se introduce en las aulas reduce el tiempo que los chavales han de esforzarse en escribir a mano. Pero, ¿tiene alguna repercusión en el rendimiento académico?

Neurocientíficos y psicopedagogos se lo plantean. Escribir a mano tiene sus ventajas frente al uso del teclado. Entre ellas, facilita un mejor conocimiento de la ortografía, una mayor fluidez de ideas a la hora de escribir redacciones, mejor capacidad de lectura y, además, potencia la memoria.

Los estudios de neuroimagen evidencian que el cerebro se activa más cuando se escribe que cuando se teclea. En el primer caso se crea una representación interna de las letras que involucra la integración de las áreas visuales y motoras del cerebro. Además, se activan áreas relacionadas con la ortografía, sonido y significado de las palabras. Esas áreas se solapan con otras fundamentales en la producción ycomprensión del lenguaje, así como en la comprensión de la lectura, lo que podría explicar las habilidades que se potencian con la escritura.

Por el contrario, cuando los niños se limitan a teclear, simplemente están representando en su cerebro un mapa del teclado, según un estudio de la Universidad de Indiana publicado en «Frontiers in Psychology».

Mayor esfuerzo mental

Aprender a escribir a mano es un proceso más complejo que teclear unas letras y exige que el cerebro se esfuerce más. Hay que hacer unarepresentación mental de las letras que se van a escribir, y eso supone un mayor esfuerzo mental que a larga es rentable, explica Juan Lupiáñez, director del grupo de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Granada. Los caracteres que los niños se esfuerzan en poner por escrito no son siempre iguales, como los de imprenta, y eso les ayuda también a generalizar y a internalizar los rasgos esenciales con los que se representa cada letra, independientemente de la destrezacon que se represente, añade. Ese aprendizaje tan profundo que propicia la escritura les ayuda después a reconocer mejor los signos que leen, con lo que la comprensión lectora también aumenta.

Y las ventajas se extienden más allá de los primeros años. Tomar notas con el ordenador es menos efectivo para el aprendizaje que hacerlo a mano, según un estudio publicado este mes en la revista «Pychological Science». Quienes cogen sus apuntes a mano tienen un aprendizaje más profundo de los conceptos, mientras que los que teclean tienen un recuerdo más literal, pero menos memoria de los aspectos conceptuales importantes de la clase, apunta Lupiáñez, que lo ha comprobado con sus alumnos.

«Cuando escribes a mano no tomas nota de todo, porque no da tiempo. A cambio, haces muchos procesos de integrar y seleccionar lo más importante y vas elaborando el contenido»,

«Es preferible la escritura a mano porque activa más áreas cerebrales»explica. Por el contrario, el teclado facilita escribir mucho más rápido, con lo que la tendencia es a tomar apuntes literales, sin procesar mucho la información. «A mano el proceso es más dinámico, porque colocas flechas y vas integrando la información que recoges, algo que con el ordenador es más difícil hacer», aclara Lupiáñez.

En cualquier caso, señala, lo importante es el uso que se haga del ordenador, que puede ser muy útil si se utiliza adecuadamente, porque evita memorizar datos que pueden buscarse en internet pero exige tener las ideas claras para saber cómo encontrarlos. «Lo importante no es escritura a mano frente a ordenador, sino que a mano procesamos la información de una forma mucho más activa que si usamos el teclado. Para que el cerebro aprenda tienes que retarlo, ponerle al límite de lo que sabe y lo que no. Y así es como va adquiriendo nuevos conocimientos de forma sólida», concluye.

El psicopedagogo Pablo Canosa también defiende la escritura a mano, puesto que, «es siempre preferible el proceso que active más áreas cerebrales, porque provoca mejores aprendizajes, más profundos y duraderos». «Al escribir a mano -explica-, los movimientos que tenemos que realizar dejan una huella motora en el cerebro que facilita el posterior reconocimiento de las letras y de las palabras. Es decir, que ayuda a un mejor aprendizaje de la lectura». Según Canosa, profesor en el Centro Universitario Villanueva de Madrid y subdirector de Docencia de Fomento de Centros de Enseñanza, «la representación de cada letra, de su grafía, se fija mucho mejor al escribir a mano que al hacerlo con el teclado».

Con la grafomotricidad, agrega, se desarrollan la discriminación auditiva y visual, la organización espacio-temporal, la correcta presión y prensión del instrumento de escritura y el dominio de la mano, entre otras habilidades.

Un colegio donde los alumnos escriben sus libros de texto

En el colegio público Padre Coloma de Madrid no hay libros de texto. O, mejor dicho, los elaboran a mano los propios alumnos en sus cuadernos. Además de suponer un ahorro, ello obedece a la importancia que el centro da a la caligrafía. «Aprender a escribir no solo implica aprender las letras y los números, sino también habilidades como el control motor, la memoria y la capacidad de procesar pensamientos coherentes en un orden lógico», opina la directora, Carmen Pascual.

Al escribir a mano, señala, «se piensa más lo que se está diciendo». «La buena caligrafía refleja orden, y no solo en la escritura, sino orden para resolver los problemas de la vida», sostiene. Los libros actuales, especialmente en Educación Infantil y en los primeros cursos de Primaria, «que es cuando tienen que adquirir esta destreza, no promueven la escritura. Apenas escriben en ellos y ése es el motivo por el que los hemos suprimido y sustituido por la elaboración de sus propios libros», explica.

Pese a la tendencia general a arrinconar la escritura a mano en la educación, otras iniciativas tratan de impedir que se pierda la caligrafía. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, las pruebas de Lectura, Escritura y Aritmética (LEA) y la Prueba de Conocimientos y Destrezas Indispensables (Prueba CDI) incluye dictados en la parte escrita. Además, cada año se convoca un concurso de narración y poesía en el que es obligatorio escribir a mano los trabajos.

Como llegar a ser ASTRONAUTA...

Yaacov Hecht, pedagogo disléxico; preconiza la educación a medida

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

"Cada niño es un genio en algo si le ayudamos a serlo"

03/02/2014 - 00:00
"Cada niño es un genio en algo si le ayudamos a serlo"
Foto: Ana Jiménez
LLUÍS AMIGUET
Del codazo a la red
Hay otros asesores de gobiernos a los que les cuesta escribir, pero ninguno lo confiesa con la desarmante sinceridad de Yaacov Hecht. Y, sin embargo, ha sido uno de los entrevistados más brillantes de La Contra junto con sir Ken Robinson y Howard Gardner. Tres pioneros en educar inteligencias múltiples para la sociedad del conocimiento en red. Los tres han superado la vieja pirámide educativa de células huecas que transmiten conocimiento de arriba abajo sin generarlo dándose codazos por ascender. Han demostrado que cada niño es único y educarlo es ayudarlo a descubrirse y realizarse para integrarse en una sociedad de iguales que ya no necesita mediocres obedientes.
De dónde es usted?
De Israel, de Hadera...

¿Me lo deletrea para evitar errores al escribirlo?
Pues mire, no sé deletrearlo.

¿No sabe deletrearlo y es profesor?
Hablo y escribo mal. Y peor aún en inglés.

Tranquilo, aquí pocos lo hablan.
Soy el que peor habla inglés de los asesores del Gobierno. Y de los peores en todo Israel.

Es el primer asesor de gobiernos que me confiesa que habla y escribe mal.
Pues no se fije en lo que hago mal y trate de aprender conmigo de lo que hago bien.

Aquí no asesoría usted a nadie, porque preocupan los malos resultados PISA.
Mi país, Israel, también los saca mediocres en ese test y ojalá los sacara todavía peores.

¡...!
Porque es un test uniformizador que fomenta una escuela que educa para el pasado.

Pues mide competencias en matemáticas o lectura. ¿Ya no servirán en el futuro?
La obsesión PISA lleva a los países a imponer un pensamiento único que educa a los niños para conformarse con ser parte mediocre de las masas sin empleo. Por eso, yo me alegro de que fracasemos en esos tests.

No sé si le sigo.
La escuela piramidal jerarquizada educaba para una sociedad de obreros y soldados obedientes con unas competencias básicas uniformes. El problema es que esa sociedad ya no existe y la nueva necesita otra escuela.

¿Qué propone?
Un día vino a verme al colegio una madre desesperada por las notas de su hijo. Suspendía en todo. Le prometí que hablaría con él.

¿Cuál era el problema?
Me hablaba de asignaturas, pero yo insistí en que me dijera qué le gustaba en la vida.

Está claro que estudiar no era.
Cada niño es un genio en algo si le ayudamos a serlo. Pero si formamos masas de mediocres, todos fracasamos. Yo fracasé, porque la escuela se centraba en lo que yo era malo para convertirme en otro mediocre y no en lo que yo era bueno para mejorarlo.

¿Qué le gustaba, al chico?
El windsurf.

Pues no sé si surfear da para vivir.
Le dije que hiciera windsurf muchos más días. Él respondió que surfearía sólo los días con buen viento y los demás vendría al cole.

Es más razonable.
Le pregunté qué debía aprender para ser windsurfista y razonó bien: geografía, cartografía, matemáticas para calcular vientos y velocidades, e inglés, la lengua surfera.

Un programa educativo completo.
Y Gal Fridman estudió y surfeó hasta ganar el primer -y único- oro olímpico de la historia de Israel. Como Sarit Hadad, a la que convencimos de que se dedicara más a cantar, y hoy es una de nuestras mejores voces.

La economía no funciona con medallas.
Israel tiene una economía de la innovación donde cada uno coopera en red con sus habilidades, porque la pirámide empresarial de células huecas, donde el conocimiento fluye a través de ellas de arriba abajo mientras ellas compiten por ascender sin aportar valor a la empresa, ya no genera riqueza.

Israel también tiene otros problemas.
La escuela democrática educaría a palestinos e israelíes para cooperar sin conflicto.

Necesitamos saberes básicos comunes.
¿Qué le piden hoy en una empresa puntera? Ni notas ni títulos: quieren que les diga qué sabe hacer y cómo lo ha aprendido; en qué es usted genial y qué hace mejor que nadie.

¿Por qué importa cómo he aprendido?
Porque revela si será usted capaz de seguir aprendiendo por su cuenta para estar siempre en vanguardia. Las empresas ya no son pirámides sino redes de células con conocimiento propio, que no compiten, sino que se comunican, cooperan y crean en línea.

Aquí aún nos falta para llegar a eso.
Pero PISA nos educa para el pasado de la escuela piramidal y no para el futuro de la innovación en red. No prepara para el autoempleo sino para el paro. Hoy cada niño tiene que llegar a desarrollar su talento único que le integrará en la red del conocimiento.

Corea y Finlandia sacan buenos resultados PISA y son economías florecientes.
Estuve en Corea asesorando al Gobierno sobre el suicidio escolar, su problema nacional. En Finlandia ya no educan masas. Lo que buscan es precisamente diversidad: originalidad en cada alumno, formar ciudadanos únicos como fineses y como personas.

¿Ya no necesitamos saberes comunes?
Educarse no es sentarse desde los 4 a los 25 años ante un profesor que te suelta el rollo.

Yo lo hice y he sobrevivido.
Esa educación conduce al paro; en cambio, la del talento forma para el autoempleo y la innovación y para colaborar así en red con otros ciudadanos singulares.

Aprender requiere disciplina, esfuerzo, sacrificio, paciencia, memorización...
¿Quiere usted ser un periodista más o ser único?

¿...?
Encuentre la cualidad que le hace diferente y cultívela. No compita con todos los periodistas en los mismos campos, porque es el camino a la medianía. Nuestra escuela democrática forma personas únicas.


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martes, 3 de febrero de 2015

No limits

No demos al niño la impresión de que hay que trabajar lo justo.

Todos los días debemos enseñarle algo que le provoque curiosidad, además de los contenidos dados en el cole.

Que vea que no se trata de rellenar fichas,sino de llegara ser alguien IMPORTANTE.

Estimular, reforzar, ilusionar, avanzar...crecer.

APRENDER y JUGAR

No olvidemos que los niños no son mini/hombres y mini/mujeres.

Su psique, su mente,y todo es diferente a la de los adultos.

Así pues, necesitan aprender cada cosa de la manera adecuada a su EDAD , tanto como a su PERSONALIDAD.

Sólo así ,podrán aprender eficazmente, sin olvidar lo aprendido.

Y todo lo que se pueda aprender desde el juego, o bien, desde la sonrisa, será perdurable en sus cabecitas.

Estudiar y jugar.